Gracias Isadora

En una de nuestras entradas Isadora dijo...

Hola, les dejo un link donde les escribí algo.

Felicidades por .. por.. por.. TODO eso.

Domingo 6 de diciembre de 2009
El Teatro de la vida, o acerca del teatro Playback
Entendemos el arte como creación humana. Algo que se crea con las manos, que con el tiempo ha sido analizado y pensado de manera que ahora existen teorías estéticas, técnicas depuradas y hasta críticos que sistematizan la percepción y el valor de las obras humanas.

Era imposible que no sucediera eso, siempre queremos comprender y llevar al límite el dominio de aquello que nos mueve no sabemos qué ni cómo, y nos deja un poco inmersos en una profunda incertidumbre acerca de nosotros mismos, como respuesta. Porque casi siempre una obra, cuando viene del corazón nos dice aquello que necesitamos ESCUCHAR.

Existen siempre constantes simbólicas en las creaciones humanas, Gustav Jung habla de esto, Gyorgy Doczi, otros más. Una espiral expresa las mismas cosas en los mahoríes y en los antiguos egipcios, así como en los nativos norteamericanos. Hoy a pesar de la barreras culturales que un sector mundial quiere hacer funcionar como únicas alternativas, hay en muchas expresiones lugares comunes imposibles de ignorar. Una especie de voz colectiva que se expresa através nuestro sin importar semánticas sintaxis o idiomas.

Si se saca del nicho donde muchos han elegido colocar al arte, y se deja fluir y respirar libre en lo cotidiano el fruto de las manos humanas, se puede tocar en carne viva lo que tantos años de existencia nos ha legado a todos la vida en este planeta.

Claro que no todos queremos ver siempre, oler, escuchar lo que el corazón común está diciendo, también duele y hay historias trágicas, y ciclos sin concluir, terrenos desérticos y estériles, caminos que se dejaron de transitar y están como fantasmas rondándonos, ante quienes preferimos cegarnos y pretender vivir una vida que parece libre de espantos.

En el teatro Playback se cruzan distintas vertientes. Nos encontramos con una obra producto de la casualidad. ¿No es eso un reflejo de ésta vida permeada por el azar? La improvisación moldea una historia, ¿No improvisamos todos una vida cada día, cada momento? El cuento no nace de una sola garganta, es decir, al final de la sesión, una cadena de historias se entrelaza y se resignifican cada una, y ¿No es así como actuamos juntos en el teatro de la vida?

Escribo historias porque creo en el poder de los cuentos como herramienta humana. No es posible vivir tantas cosas en una vida y no mirarlas como enseñanzas profundas, cada una poseedora de una lección de vida que nos es entregada naturalmente por el hecho de ser humanos. Es posible escuchar esa voz común que habla sabiduría, luego de siglos de vida latiente, presente en cada uno. Pero debemos dejarla salir, ser ella misma, ser nosotros mismos y oír atentos lo que desde el primer ser sobre la tierra, (como siempre hay un corazón de una madre que da vida a otro) siempre ha habido un latido de corazón que no ha dejado de latir, hasta el actual, el propio. Y en ese ritmo viven muchos secretos, esperando a que alguien valiente los escuche.

Más allá de todo mi choro, he sido testigo y partícipe del teatro Playback, con la compañía de teatro Chuhcan. Lo que ahi se vive no requiere escenarios, iluminaciones, pre-producciones. Los asistentes cuentan humildemente sus historias y abren su vidas como libros que pueden compartirse. En cada uno de ellos nos observamos, y la experiencia se vuelve territorio común. El espectador que hombro con hombro escucha y mira, cuenta se sabe compañía, del otro, del que antes era extraño. Y me pregunto, ¿dónde está el arte? ¿dónde el valor de las cosas? Tenemos cada día el teatro listo; el actor, cada uno tan creativo como humano, la mirada, la propia ante el espejo del cómplice-otro, y tenemos todos una garganta lista para contar, las manos fuertes y capaces, libres para hacer arte, pero un arte limpio y sincero, sin faramallas ni parafernalias ni narices respingadas. El teatro Playback nos insinúa artistas, ¿a qué hemos venido si no a hacer arte?, el arte de crear la propia vida.

Le agradezco a Chuhcan la calidez y todos los reflejos luminosos. ¡¡Me quito el sombrero!!


Gracias Isadora por tus comentarios.

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